13 Zona de crematorios
La zona de crematorios es el lugar de la memoria más importante del Memorial del Campo de Concentración de Dachau. Esta zona ha estado dedicada a la memoria de los muertos prácticamente desde que se liberó el campo. El carácter de cementerio se le confirió más tarde con las reformas de los años 60. Actualmente, se accede a la zona de crematorios por un puente que la conecta con el antiguo campo de prisioneros. Esta vía es, por cierto, ajena a la situación histórica, pues la zona de crematorios estaba dentro del campo de la SS, en parte arborizada y circundada por un muro que la separaba estrictamente del campo de prisioneros. A ella solo tenían acceso los responsables de la SS y los prisioneros obligados a incinerar los cadáveres.
A principios del sistema concentracionario, la SS entregaba a los familiares las cenizas de los prisioneros muertos en el campo, sepultaba sus restos en las inmediaciones del campo o los trasladaba al cementerio oriental de Múnich para su incineración. Ya iniciada la guerra, en verano de 1940, la cifra de prisioneros y la tasa de mortalidad aumentaron a tal grado que la SS dio orden de edificar un primer crematorio equipado con un horno de incineración. Al cabo de apenas un año, la capacidad de este primer crematorio pasó a ser insuficiente, y, en verano de 1942, inician las obras del “barracón X”, que entró en funcionamiento un año más tarde. En este nuevo crematorio había cuatro hornos de incineración y cámaras para la desinfección de ropa, retretes, morgues y una cámara de gas camuflada como “cuarto de duchas”. Si bien no cabe la menor duda de que el “barracón X” fue concebido para el exterminio masivo de reclusos, en el campo de concentración de Dachau no se practicó el homicidio masivo de personas con gas letal. Aún no está claro el porqué la SS se abstuvo de usar con estos fines esta cámara de gas en perfecto funcionamiento; pero, según un informe testimonial, es probable que en 1944 algunos prisioneros hayan sido víctimas de gaseo. Aprovechando su aislamiento, la SS usó la zona de crematorios también para ejecutar prisioneros, ya sea en la horca o mediante un tiro en la nuca. Entre las víctimas figuran, sobre todo, miembros de grupos de resistencia. Hay un sendero, un “camino de la muerte”, que pasa por los sitios donde tuvieron lugar estas ejecuciones y por varias fosas con cenizas. Entre 1933 y 1945, en el campo de concentración de Dachau y en sus subcampos, murieron unas 41.500 personas de hambre, agotamiento y enfermedades, pero también víctimas de la tortura y el homicidio.
“El crematorio apenas se da abasto con los montones de cadáveres que, desnudos como la verdad, se colocan en unas carretillas como las que se usan para transportar el estiércol. Desaparecen por el portal y, sin rezos ni campanas, van a servir de alimento a las brasas. Y es que ni los pueblos más bárbaros trataron nunca a los muertos con semejante desprecio.”