7.2 Baño de prisioneros
En el baño de prisioneros se rapaba a los recién llegados de pies a cabeza; luego, se les hacía pasar por la desinfección y, finalmente, a las duchas. La SS procedía de este modo no solo por motivos de higiene, sino también con el propósito de privar a los reclusos de su intimidad y para humillarlos. Al principio, los prisioneros del campo se duchaban una vez por semana, pero más tarde, la ducha fue siendo cada vez más esporádica. Después del baño, los recién llegados recibían a toda prisa, espoleados por la SS, un uniforme que casi nunca era de su talla. El uniforme de camisa y pantalones de dril con rayas blancas y azules existió a partir de 1938. El calzado era de madera y, a veces, de fibra de lino. Los reclusos tenían que coser en sus uniformes su número y un triángulo de color. En ese mismo año, la SS introdujo también un sistema de triángulos de colores para distinguir las categorías de prisioneros. Su clasificación se regía por el motivo de internamiento indicado por la Policía Política (Gestapo) o la Policía de Investigaciones Criminales (Kripo). Los triángulos eran símbolo del terror que imperaba en los campos de concentración, eran el estigma que usaba la SS para someter a los reclusos a una jerarquía en la que no prevalecían las mismas oportunidades de supervivencia para todos. Adrede, la SS se aprovechaba de estas categorías para sembrar la cizaña entre los diversos grupos de internos.
A los prisioneros políticos les adjudicó el triángulo rojo. Los prisioneros judíos portaban un triángulo amarillo debajo de otro de color distinto a manera de estrella de David. Los llamados “delincuentes profesionales” portaban un triángulo verde, mientras que los emigrantes alemanes de vuelta en Alemania, un triángulo azul. Los testigos de Jehová, llamados también “Estudiantes de la Biblia”, llevaban un triángulo lila y los homosexuales, un triángulo rosa. El estigma que la SS impuso a los así llamados “asociales” fue el triángulo negro.
El baño era, además, un sitio de castigo para aquellos que “infringían” el reglamento del campo. También aquí los tundían atados al potro de los azotes. En 1941/42, la SS introdujo la tortura conocida como “colgar al poste”.
La planta del antiguo baño se conserva sin modificaciones. Cuando se montó la nueva exposición, se puso al descubierto la bañera original, pero el entarimado de madera es una reconstrucción. También se realizó un estudio histórico-arquitectónico que, en las columnas, sacó a la luz los soportes de las vigas provistas de ganchos que servían para colgar a los prisioneros del poste. La pieza central de la muestra en el baño es un potro de azotes de 1945 que sirvió de objeto ilustrativo en los juicios de Dachau.